miércoles, 13 de junio de 2012

MI ANGEL, MI VIDA, MI AMOR...

Mi Pecas, la niña de mis ojos; la que más me ha querido, ayudado, comprendido y aguantado. Mi "Flor", que siempre estuvo ahí cuando la necesité, que lamió mis lágrimas más amargas, y sonrió conmigo cuando fuimos felices. Por todo lo que me has dado, que ha sido tanto que nadie se puede comparar a ti, a Ana Y a Luna. Todo sacrificio por mi parte parece ahora tan insignificante. El mejor tiempo invertido fue el que pasé contigo. Te echo de menos tanto que me duele hasta respirar, pero como sé lo bien acompañada que estás intento sobrellevarlo porque sé que no te gustaba verme triste. Mechita también te añora. Huella imborrable la que has dejado en nuestro corazón.

2 comentarios:

Marian dijo...

Qué facil es entenderse cuando se comparte el dolor, cómo afilaron sus uñas en nosotras para dejar un rastro imborrable. Porque nos ayudaron a entender a otros humanos con su lenguaje silencioso, de gestos llenos de cariño, demostrándonos que teníamos el privilegio de ser su familia. Rosa, tú me lo dijistes, somos ricas en sentimientos y en vivencias que otros se pierden por andar enredados en banalidades. Por las gatas de tres colores, blancas y negras, cenicientas, pardas y callejeras, bonitas desde la punta del bigote hasta el extremo de su cola. Un abrazo

lunitalinda dijo...

Que bonito Rosa, que bonito Marian, afortunadas tus siestas gatunas, con esa gatita de ojos perfilados y pecas en la nariz, dulce dulce. Me gustaria pensar q ahora estara detras de un fréjol que con gusto ha sido lanzado, en brazos panza arriba llena de besos en su tripa, tumbada bajo los rayos de sol con luna, mimosa ronroneando..